ÍNDICE
ESTRÉS:
1.Definición.
2.Tipos de estrés.
3.Signos de demasiado estrés.
4.Causas.
5.Consecuencias.
6.Cuando contactar con un profesional médico.
7. Prevención.
ANSIEDAD:
1.¿Qué es?.
2.Causas.
3.Consecuencias.
4.Tratamiento de la ansiedad.
5.Prevención.
ESTRÉS
El estrés es
un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier
situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso.
El estrés es la reacción de su
cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser
positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha
límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.
-TIPOS DE ESTRÉS:
•
Estrés agudo. Este es estrés a corto plazo que
desaparece rápidamente. Puede sentirlo cuando presiona los frenos, pelea con su
pareja o esquía en una pendiente. Esto le ayuda a controlar las situaciones
peligrosas. También ocurre cuando hace algo nuevo o emocionante. Todas las
personas sienten estrés agudo en algún momento u otro.
•
Estrés crónico. Este es el estrés que dura por un
período de tiempo prolongado. Usted puede tener estrés crónico si tiene
problemas de dinero, un matrimonio infeliz o problemas en el trabajo. Cualquier
tipo de estrés que continúa por semanas o meses es estrés crónico. Puede
acostumbrarse tanto al estrés crónico que no se de cuenta que es un problema.
Si no encuentra maneras de controlar el estrés, este podría causar problemas de
salud.
SIGNOS DE DEMASIADO ESTRÉS
El estrés
puede causar muchos tipos de síntomas físicos y emocionales. Algunas veces
posiblemente no se dará cuenta de que estos síntomas son ocasionados por el
estrés. Aquí hay algunos signos de que el estrés le puede estar afectando:
•
Diarrea
o estreñimiento
•
Mala
memoria
•
Dolores
y achaques frecuentes
•
Dolores
de cabeza
•
Falta
de energía o concentración
•
Problemas
sexuales
•
Cuello
o mandíbula rígidos
•
Cansancio
•
Problemas
para dormir o dormir demasiado
•
Malestar
de estómago
•
Uso
de alcohol o drogas para relajarse
•
Pérdida
o aumento de peso
CAUSAS
Causas
Las causas
del estrés son diferentes para cada persona. Usted puede tener estrés a causa
de buenos desafíos y también a causa de los malos. Algunas fuentes comunes de
estrés incluyen:
•
Casarse
o divorciarse
•
Empezar
un nuevo empleo
•
La
muerte de un cónyuge o un familiar cercano
•
Despido
•
Jubilación
•
Tener
un bebé
•
Problemas
de dinero
•
Mudanza
•
Tener
una enfermedad grave
•
Problemas
en el trabajo
•
Problemas
en casa
•
Cuándo
contactar a un profesional médico
Llame a una
línea de ayuda en caso de suicidio si usted tiene intenciones de quitarse la
vida.
Llame a su
proveedor de atención médica si se siente abrumado por el estrés o si está
afectando su salud. Llame también a su proveedor si observa síntomas nuevos o
inusuales.
Las razones
por las cuales usted posiblemente necesite buscar más ayuda son:
•
Tiene
sensaciones de pánico, como vértigo, respiración rápida o latidos cardíacos
acelerados.
•
Es
incapaz de trabajar o desempeñarse en la casa o en su trabajo.
•
Tiene
miedos que no puede controlar.
•
Está
teniendo recuerdos de un evento traumático.
Su proveedor podría referirlo a un
proveedor de atención de salud mental. Puede hablar con este profesional acerca
de sus sentimietnos, lo que parece hacer que su estrés empeore o mejore y
porqué cree que tiene este problema.
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS:
Obesidad
y sobrepeso: Al
estar en un constante estrés, la persona no limita la ingesta de alimentos
altos en calorías, ya que busca satisfacer sus necesidades emocionales.
1.
Pérdida del cabello: Esta es una de las frecuentes
consecuencias del estrés, ya que se presenta por el debilitamiento de los
folículos pilosos o la ansiedad de jalar el cabello para lidiar con los
sentimientos negativos.
2.
Depresión: Las situaciones estresantes
aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad. Los problemas para afrontar la
tensión generan desgaste físico, mal humor y sentimientos de tristeza.
3.
Reducción del deseo sexual: La producción elevada de cortisol
reduce la generación de las hormonas que
alimentan la libido.
4.
Menstruación irregular: El estrés crónico
daña el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que induce a retrasos o ausencias
del flujo menstrual. Incluso algunos estudios aseguran que las mujeres con
empleos estresantes tienen riesgo 50% mayor a tener periodos cortos.
5.
Acné: Los altos niveles de cortisol que
se generan por el estrés aumentan
la producción de aceites o grasas corporales, lo que contribuye a la aparición
de granos.
6.
Úlceras: El estrés altera el sistema
digestivo en las personas e incrementa la producción de ácidos estomacales, lo
cual favorece el desarrollo de úlceras, indigestión y malestares.
7.
Insomnio: Este es una frecuente consecuencia
del estrés y
se genera por la alteración del sistema nervioso, lo que dificulta la
concentración, genera irritabilidad y falta de motivación.
8.
Disminución de fertilidad: Estudios recientes revelan que las
mujeres con altos niveles de la enzima llamada alfa-amilasa tienen más
dificultades para quedar embarazadas.
9.
Enfermedades cardiacas: De acuerdo con el Centro Médico de la Columbia University, el aumento
del riesgo cardiaco por el estrés equivale a fumar cinco cigarrillos por día,
ya que la tensión aumenta el nivel de hormonas en
la sangre y acelera la presión arterial.
Cuándo
contactar a un profesional médico.
Llame a una
línea de ayuda en caso de suicidio si usted tiene intenciones de quitarse la
vida.
Llame a su
proveedor de atención médica si se siente abrumado por el estrés o si está
afectando su salud. Debe llamar también a su proveedor si observa síntomas
nuevos o inusuales.
Las razones
por las cuales usted posiblemente necesite buscar más ayuda son:
•
Tiene
sensaciones de pánico, como vértigo, respiración rápida o latidos cardíacos
acelerados.
•
Es
incapaz de trabajar o desempeñarse en la casa o en su trabajo.
•
Tiene
miedos que no puede controlar.
•
Está
teniendo recuerdos de un evento traumático.
Su proveedor podría referirlo a un
proveedor de atención de salud mental. Puede hablar con este profesional acerca
de sus sentimientos, lo que parece hacer que su estrés empeore o mejore y
porqué cree que tiene este problema.
Ansiedad
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad
constituye un aspecto normal del estado emocional de los seres humanos. La
angustia se define como un afecto similar al miedo pero que, a diferencia de
este, no obedece a un estímulo amenazante externo, sino que es vivida como
procedente de la interioridad psíquica del individuo. Para la psiquiatría
europea la ansiedad se refiere a la expresión sobresaltada de ese afecto.
Epidemiología
El trastorno
de ansiedad generalizada es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes;
es más frecuente en mujeres y está relacionado con el estrés ambiental crónico.
En personas de mayor edad existe una mayor prevalencia de ansiedad grave. Hay
una asociación con el ámbito social, y existe una mayor incidencia sobre la
población con bajos niveles socioeconómicos.
El síntoma
que los pacientes refieren como “sentirse nervioso” es el de mayor frecuencia y
gravedad, seguido por “sentirse irritado”; el pánico es más frecuente en
mujeres. Los dolores de espalda y cuello y las cefaleas son las afecciones más
comunes, seguidas por “cansarse fácilmente” y “sentirse débil”.
La prevalencia de ansiedad por zona
geográfica muestra una relación positiva con las áreas más densamente pobladas
o de mayor conflicto armado; con una edad de inicio entre los veinte y los
treinta años, pero con síntomas ansiosos desde edades tempranas.
Causas de la ansiedad
La ansiedad,
al igual que otros sentimientos (placer, exaltación, euforia, éxtasis,
tristeza, ira, rabia y calma), son fundamentales en la vida de las personas;
regulan la interacción con los demás y ofrecen un sistema de alarma que, en el
caso del miedo, sirven para afrontar situaciones de peligro o riesgo.
Estas emociones, así como la
percepción y la acción, están controladas por circuitos neuronales del encéfalo.
En el caso específico de la angustia, su experiencia incluye tres tipos de
componentes:
•
Un
componente cognoscitivo.
•
Respuestas
autonómicas, endocrinas y esqueleto-motoras.
•
Representaciones
subjetivas del estado emocional.
Dos emociones humanas tienen mucha
importancia en cuanto a las causas de la ansiedad: la sexualidad y
la agresividad.
Sin embargo, en la descripción que las personas hacen de su angustia, pueden
esgrimir muchas razones que no guardan ninguna relación con deseos agresivos o
sexuales. Muchos pacientes, por ejemplo, se sienten extrañados frente al hecho
de que la causa de la ansiedad surja precisamente cuando se encuentran más
contentos y han conseguido por fin el logro deseado. Otros culpan de su estado
al abandono de un ser amado, la mala suerte en los negocios, la soledad, un
medio ambiente adverso o el fracaso de un proyecto.
Estas quejas manifiestas son la
expresión inconsciente de situaciones traumáticas de separación en las etapas
iniciales de la vida, cuando el desarrollo psicológico es incompleto, y el
sujeto no cuenta con elementos suficientes para defenderse del temor a perder
la vida o ser aniquilado por peligros supuestos o reales. Cada nueva situación
de abandono o separación es ahora mal soportada; hasta un hecho cotidiano
aparentemente banal puede ser motivo para desencadenar el estado de angustia y ser
la causa de la ansiedad
De acuerdo con la teoría
conductista, la angustia es una respuesta condicionada a un estímulo ambiental;
las personas afectadas por la ansiedad han sobregeneralizado sus temores y han
aprendido, por imitación, a responder ansiosamente. La imitación proviene de
respuestas semejantes de sus padres, cuidadores o figuras importantes; en
consecuencia, las respuestas de los ansiosos son valoraciones que exceden la
peligrosidad de las situaciones, y subestiman sus propias habilidades para
enfrentar esas amenazas.
La angustia es un afecto normal; su
intensificación, que se convierte en fuente de sufrimiento e incapacidad, es lo
que la convierte en patológica
La característica esencial de este
trastorno es un sentimiento de desazón y desasosiego
generalizados y persistentes, que no están referidos a ninguna
circunstancia ambiental en particular. Lo más habitual es que el paciente se
queje de estar permanentemente nervioso, así
como de sentir otros síntomas típicos de la ansiedad
como temblores, tensión muscular, exceso de sudoración, mareos y vértigos,
taquicardia, y molestias epigástricas.
Con frecuencia manifiestan el temor
a que ellos mismos, o sus seres queridos, puedan contraer una enfermedad o
sufrir un accidente, entre diversas obsesiones y presentimientos de carácter
negativo. La ansiedad es un trastorno más frecuente en mujeres y está a menudo
relacionado con el estrés ambiental de su vida cotidiana. Tiene un curso
variable, dependiendo de las características de la persona afectada, pero
tiende a ser fluctuante y crónico.
Para que el trastorno de ansiedad
sea diagnosticado como tal, el paciente debe presentar síntomas de ansiedad
casi todos los días durante varias semanas seguidas. Los signos de ansiedad más indicativos son:
•
Aprensión (excesiva preocupación sobre
posibles desgracias futuras, sentirse “al límite” de sus fuerzas, dificultad de
concentración, etcétera).
•
Tensión muscular (agitación e inquietud
psicomotrices, cefaleas de tensión, temblores, incapacidad de relajarse).
•
Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardias o
taquipnea, molestias epigástricas, vértigo, sequedad de boca...).
•
Los
niños suelen manifestar una necesidad constante de
seguridad y atención, y quejarse reiteradamente.
CONSECUENCIAS
DE LA ANSIEDAD.
Consecuencias
físicas de la ansiedad
Cuando el
trastorno de ansiedad no se trata puede producir una serie de consecuencias físicas que a largo plazo pueden
poner en grave riesgo la salud. Esos efectos o consecuencias de la ansiedad
están muy relacionados con sus propios síntomas. Cuando observamos síntomas
como la taquicardia, los mareos o la dificultad para respirar, pueden darnos
una pista de hacia dónde se dirigen las consecuencias de la ansiedad.
No queremos
ser alarmistas pero existe el riesgo a largo plazo de padecer enfermedades cardiovasculares, neurológicas y
pulmonares si el trastorno de ansiedad no recibe el tratamiento adecuado. Por
eso insistimos en no tomar la ansiedad como algo inevitable, porque estamos poniendo en peligro nuestra calidad de vida y nuestra salud.
A corto plazo, los efectos de los
trastornos de ansiedad pueden ser dolor de cabeza
recurrente, mareos y vértigos, problemas gastrointestinales, hipertensión, insomnio, dolores musculares y fatiga crónica,
entre otros. Y todas estas consecuencias de la ansiedad podemos evitarlas si
buscamos ayuda para tratar la ansiedad.
Tratamiento de la ansiedad
En el tratamiento de la ansiedad se recurre generalmente
a la utilización de estos fármacos:
•
Benzodiazepinas
(ansiolíticos).
•
Inhibidores
selectivos de la receptación de serotonina (ISRS).
No obstante,
antes de utilizarlos recuerda que hay que consultar siempre con un
especialista:
Tratamiento psicoterapéutico de la ansiedad
Pretende
reforzar los mecanismos de defensa, aumentar la fortaleza del yo,
y lograr que el paciente utilice los aspectos emocionalmente correctivos de la
relación con el terapeuta, para lograr una compresión mejor de la naturaleza,
frecuentemente inadecuada, de sus propias relaciones interpersonales.
El
tratamiento psicoterapéutico de la ansiedad ha de ser realizado por un
profesional capacitado.
Grupos de autoayuda y grupos psicoeducativos
El propósito
de los grupos psicoeducativos es ofrecer conocimientos acerca de los
psicofármacos, los síntomas premonitorios de nuevas crisis, técnicas de
relajación, y métodos para convivir y tolerar mejor el estrés cotidiano.
Por su parte, los grupos de
autoayuda constituyen un medio receptivo en el que se ofrece y se recibe
solidaridad, y se comparte con otros la experiencia dolorosa y los métodos para
sobreponerse emocionalmente al sufrimiento inevitable que la existencia trae
consigo. Además, el grupo se convierte en un referente social, y aumenta la red
de apoyo que todo ser humano necesita, y en especial las personas con trastorno
de ansiedad.
PREVENCION DE LA ANSIEDAD Y EL
ESTRES
La ansiedad y el
estrés dependen de múltiples factores, tanto situacionales como personales, por
lo tanto son muchas las variables sobre las que podemos incidir para conseguir
prevenir o reducir la ansiedad y el estrés.
A nivel personal y de
manera muy general, si tenemos en cuenta ambos tipos de factores (situaciones e
individuos) cabría señalar algunas variables importantes sobre las que podemos
incidir:
• Conviene comer sano,
evitando las comidas que sobrecargan a nuestro organismo con pesadas
digestiones u otras consecuencias negativas a corto, medio o largo plazo (obesidad,
colesterol, etc.)
• Usar el tiempo de
comer como momento de descanso y ruptura con nuestras actividades profesionales
• Es bueno aprovechar la
comida para hacer vida social y familiar
• No abusar del alcohol
en las comidas
• Dormir lo suficiente,
en torno a ocho horas
• Tomar vacaciones y
fines de semana como tiempo de ocio y descanso
• Fomentar las
relaciones sociales como alternativa al trabajo
• Dejar el trabajo en la
oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones)
• La práctica moderada
de algún deporte o ejercicio físico ayuda a relajarnos
• Andar todos los días
al menos treinta minutos
• Utilizar las
actividades de ejercicio físico para airearnos (naturaleza) y airear nuestros
pensamientos charlando relajadamente con familiares o amigos
• La organización del
tiempo y de nuestras actividades, estableciendo horarios, es fundamental para
poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos sobresaltos, olvidos
importantes, etc.
• No llegar tarde a las
citas, contando con los pequeños retrasos habituales para estar a tiempo
• Saber seleccionar
actividades cuando no podemos hacer todo
• No dejar pasar los
problemas: afrontarlos de una manera más activa o más pasiva, pero decidiendo
qué es lo mejor en cada caso
• Tomar decisiones
siguiendo un proceso lógico: planteamiento del problema, análisis de
alternativas (pros y contras), elección de la menos mala. No volver atrás
• No analizar
continuamente el problema o las alternativas: esto produce ansiedad
• El estrés que nos
produce un problema o situación depende de las consecuencias que prevemos, pero
a veces exageramos las consecuencias negativas (hipervaloramos la probabilidad
de que ocurra algo malo, hacemos un análisis catastrofista de las
consecuencias, realizamos una interpretación negativa de una situación ambigua,
llevamos a cabo anticipaciones negativas y empezamos a sufrir un problema que
no existe, etc.)
• Si estamos nerviosos:
entender que es natural, la ansiedad es tan natural como el miedo, la alegría o
el enfado, y no preocuparnos aún más porque estamos activados o nerviosos
• Actuar con
naturalidad, no evitar los problemas, no estar preocupados por lo que los otros
puedan pensar de nosotros o de nuestro problema
• Es bueno saber que los
demás no perciben nuestros síntomas de ansiedad con la misma intensidad que
nosotros los estamos experimentando
• Es bueno pensar que
los demás también tienen ansiedad y que cuando nosotros notamos su ansiedad no
les condenamos (¿por qué tenemos que ser más severos con nosotros mismos que
con otros?)
• No añadir elementos
accesorios al problema
• Si hemos hecho bien
una cosa, reconocer nuestra propia autoría y felicitarnos por ello (no ha sido
la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra capacidad)
• Si hemos hecho mal una
cosa, no echar balones fuera, reconocer que hemos actuado mal en esta ocasión,
analizar nuestros errores y corregirlos, sin culpas, sin pensamientos negativos
sobre uno mismo ("esta vez lo he hecho mal, debo corregirlo")
• Es bueno querernos y
tratarnos bien
• Reforzar las conductas
positivas de las personas de nuestro entorno, con aprobación, halagos,
sonrisas, pequeños detalles, etc.
• Corregir las conductas
negativas de las personas de nuestro entorno, dándoles la información a tiempo
y nuestra desaprobación, pero sin broncas, sin culpas, ni otros castigos
• No sacar continuamente
los problemas del pasado, las culpas de los demás (ya los perdonamos)
• Recordar siempre que
una pareja en crisis intercambia muchos castigos y pocos refuerzos, justo lo
contrario de una pareja sin problemas
• Practicar la
relajación con cierta asiduidad en los momentos en los que nos encontramos
peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos
• Leer algún libro bueno
de autoayuda para aprender a pensar bien, eliminando algunos pensamientos
erróneos, ideas irracionales, etc., que nos estresan
• Exponerse poco a poco
a las situaciones que tenemos pánico
• Aprender a decir no,
cuando nos cuesta mucho, pero sabemos que es mejor decir no
• Practicar nuestras
mejores habilidades sociales
•
Si tenemos dificultades, no sabemos poner en marcha estas
actividades que nos pueden ayudar a controlar nuestro estrés, a reducir nuestra
ansiedad, ponernos en manos de un buen especialista. Si seguimos sus
indicaciones, nos ayudará a recuperar el bienestar y la salud
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