jueves, 14 de enero de 2016

Ansiedad y estrés



                          


                              ÍNDICE

      ESTRÉS:

    1.Definición.
    2.Tipos de estrés.
    3.Signos de demasiado estrés.
    4.Causas.
    5.Consecuencias.
    6.Cuando contactar con un profesional médico.
    7. Prevención.


       ANSIEDAD:

     1.¿Qué es?.
     2.Causas.
     3.Consecuencias.
     4.Tratamiento de la ansiedad.
     5.Prevención.











                               ESTRÉS
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso.
El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.

-TIPOS DE ESTRÉS:

   Estrés agudo. Este es estrés a corto plazo que desaparece rápidamente. Puede sentirlo cuando presiona los frenos, pelea con su pareja o esquía en una pendiente. Esto le ayuda a controlar las situaciones peligrosas. También ocurre cuando hace algo nuevo o emocionante. Todas las personas sienten estrés agudo en algún momento u otro.
   Estrés crónico. Este es el estrés que dura por un período de tiempo prolongado. Usted puede tener estrés crónico si tiene problemas de dinero, un matrimonio infeliz o problemas en el trabajo. Cualquier tipo de estrés que continúa por semanas o meses es estrés crónico. Puede acostumbrarse tanto al estrés crónico que no se de cuenta que es un problema. Si no encuentra maneras de controlar el estrés, este podría causar problemas de salud.
SIGNOS DE DEMASIADO ESTRÉS
El estrés puede causar muchos tipos de síntomas físicos y emocionales. Algunas veces posiblemente no se dará cuenta de que estos síntomas son ocasionados por el estrés. Aquí hay algunos signos de que el estrés le puede estar afectando:
   Diarrea o estreñimiento
   Mala memoria
   Dolores y achaques frecuentes
   Dolores de cabeza
   Falta de energía o concentración
   Problemas sexuales
   Cuello o mandíbula rígidos
   Cansancio
   Problemas para dormir o dormir demasiado
   Malestar de estómago
   Uso de alcohol o drogas para relajarse
   Pérdida o aumento de peso

  CAUSAS

Causas

Las causas del estrés son diferentes para cada persona. Usted puede tener estrés a causa de buenos desafíos y también a causa de los malos. Algunas fuentes comunes de estrés incluyen:
   Casarse o divorciarse
   Empezar un nuevo empleo
   La muerte de un cónyuge o un familiar cercano
   Despido
   Jubilación
   Tener un bebé
   Problemas de dinero
   Mudanza
   Tener una enfermedad grave
   Problemas en el trabajo
   Problemas en casa
   Cuándo contactar a un profesional médico
Llame a una línea de ayuda en caso de suicidio si usted tiene intenciones de quitarse la vida.
Llame a su proveedor de atención médica si se siente abrumado por el estrés o si está afectando su salud. Llame también a su proveedor si observa síntomas nuevos o inusuales. 
Las razones por las cuales usted posiblemente necesite buscar más ayuda son:
   Tiene sensaciones de pánico, como vértigo, respiración rápida o latidos cardíacos acelerados.
   Es incapaz de trabajar o desempeñarse en la casa o en su trabajo.
   Tiene miedos que no puede controlar.
   Está teniendo recuerdos de un evento traumático. 
Su proveedor podría referirlo a un proveedor de atención de salud mental. Puede hablar con este profesional acerca de sus sentimietnos, lo que parece hacer que su estrés empeore o mejore y porqué cree que tiene este problema.

CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS:

Obesidad y sobrepeso: Al estar en un constante estrés, la persona no limita la ingesta de alimentos altos en calorías, ya que busca satisfacer sus necesidades emocionales.
1.    Pérdida del cabello: Esta es una de las frecuentes consecuencias del estrés, ya que se presenta por el debilitamiento de los folículos pilosos o la ansiedad de jalar el cabello para lidiar con los sentimientos negativos.
2.    Depresión: Las situaciones estresantes aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad. Los problemas para afrontar la tensión generan desgaste físico, mal humor y sentimientos de tristeza.
3.    Reducción del deseo sexual: La producción elevada de cortisol reduce la generación de las hormonas que alimentan la libido.
4.    Menstruación irregular: El estrés crónico daña el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que induce a retrasos o ausencias del flujo menstrual. Incluso algunos estudios aseguran que las mujeres con empleos estresantes tienen riesgo 50% mayor a tener periodos cortos.
5.    Acné: Los altos niveles de cortisol que se generan por el estrés aumentan la producción de aceites o grasas corporales, lo que contribuye a la aparición de granos.
6.    Úlceras: El estrés altera el sistema digestivo en las personas e incrementa la producción de ácidos estomacales, lo cual favorece el desarrollo de úlceras, indigestión y malestares.
7.    Insomnio: Este es una frecuente consecuencia del estrés y se genera por la alteración del sistema nervioso, lo que dificulta la concentración, genera irritabilidad y falta de motivación.
8.    Disminución de fertilidad: Estudios recientes revelan que las mujeres con altos niveles de la enzima llamada alfa-amilasa tienen más dificultades para quedar embarazadas.
9.    Enfermedades cardiacas: De acuerdo con el Centro Médico de la Columbia University, el aumento del riesgo cardiaco por el estrés equivale a fumar cinco cigarrillos por día, ya que la tensión aumenta el nivel de hormonas en la sangre y acelera la presión arterial.




Cuándo contactar a un profesional médico.
Llame a una línea de ayuda en caso de suicidio si usted tiene intenciones de quitarse la vida.
Llame a su proveedor de atención médica si se siente abrumado por el estrés o si está afectando su salud. Debe llamar también a su proveedor si observa síntomas nuevos o inusuales.
Las razones por las cuales usted posiblemente necesite buscar más ayuda son:
   Tiene sensaciones de pánico, como vértigo, respiración rápida o latidos cardíacos acelerados.
   Es incapaz de trabajar o desempeñarse en la casa o en su trabajo.
   Tiene miedos que no puede controlar.
   Está teniendo recuerdos de un evento traumático.
Su proveedor podría referirlo a un proveedor de atención de salud mental. Puede hablar con este profesional acerca de sus sentimientos, lo que parece hacer que su estrés empeore o mejore y porqué cree que tiene este problema.

Ansiedad

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad constituye un aspecto normal del estado emocional de los seres humanos. La angustia se define como un afecto similar al miedo pero que, a diferencia de este, no obedece a un estímulo amenazante externo, sino que es vivida como procedente de la interioridad psíquica del individuo. Para la psiquiatría europea la ansiedad se refiere a la expresión sobresaltada de ese afecto.

Epidemiología

El trastorno de ansiedad generalizada es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes; es más frecuente en mujeres y está relacionado con el estrés ambiental crónico. En personas de mayor edad existe una mayor prevalencia de ansiedad grave. Hay una asociación con el ámbito social, y existe una mayor incidencia sobre la población con bajos niveles socioeconómicos.
El síntoma que los pacientes refieren como “sentirse nervioso” es el de mayor frecuencia y gravedad, seguido por “sentirse irritado”; el pánico es más frecuente en mujeres. Los dolores de espalda y cuello y las cefaleas son las afecciones más comunes, seguidas por “cansarse fácilmente” y “sentirse débil”.
La prevalencia de ansiedad por zona geográfica muestra una relación positiva con las áreas más densamente pobladas o de mayor conflicto armado; con una edad de inicio entre los veinte y los treinta años, pero con síntomas ansiosos desde edades tempranas.

Causas de la ansiedad

La ansiedad, al igual que otros sentimientos (placer, exaltación, euforia, éxtasis, tristeza, ira, rabia y calma), son fundamentales en la vida de las personas; regulan la interacción con los demás y ofrecen un sistema de alarma que, en el caso del miedo, sirven para afrontar situaciones de peligro o riesgo.
Estas emociones, así como la percepción y la acción, están controladas por circuitos neuronales del encéfalo. En el caso específico de la angustia, su experiencia incluye tres tipos de componentes:
   Un componente cognoscitivo.
   Respuestas autonómicas, endocrinas y esqueleto-motoras.
   Representaciones subjetivas del estado emocional.
Dos emociones humanas tienen mucha importancia en cuanto a las causas de la ansiedad: la sexualidad y la agresividad. Sin embargo, en la descripción que las personas hacen de su angustia, pueden esgrimir muchas razones que no guardan ninguna relación con deseos agresivos o sexuales. Muchos pacientes, por ejemplo, se sienten extrañados frente al hecho de que la causa de la ansiedad surja precisamente cuando se encuentran más contentos y han conseguido por fin el logro deseado. Otros culpan de su estado al abandono de un ser amado, la mala suerte en los negocios, la soledad, un medio ambiente adverso o el fracaso de un proyecto.
Estas quejas manifiestas son la expresión inconsciente de situaciones traumáticas de separación en las etapas iniciales de la vida, cuando el desarrollo psicológico es incompleto, y el sujeto no cuenta con elementos suficientes para defenderse del temor a perder la vida o ser aniquilado por peligros supuestos o reales. Cada nueva situación de abandono o separación es ahora mal soportada; hasta un hecho cotidiano aparentemente banal puede ser motivo para desencadenar el estado de angustia y ser la causa de la ansiedad
De acuerdo con la teoría conductista, la angustia es una respuesta condicionada a un estímulo ambiental; las personas afectadas por la ansiedad han sobregeneralizado sus temores y han aprendido, por imitación, a responder ansiosamente. La imitación proviene de respuestas semejantes de sus padres, cuidadores o figuras importantes; en consecuencia, las respuestas de los ansiosos son valoraciones que exceden la peligrosidad de las situaciones, y subestiman sus propias habilidades para enfrentar esas amenazas.
La angustia es un afecto normal; su intensificación, que se convierte en fuente de sufrimiento e incapacidad, es lo que la convierte en patológica
La característica esencial de este trastorno es un sentimiento de desazón y desasosiego generalizados y persistentes, que no están referidos a ninguna circunstancia ambiental en particular. Lo más habitual es que el paciente se queje de estar permanentemente nervioso, así como de sentir otros síntomas típicos de la ansiedad como temblores, tensión muscular, exceso de sudoración, mareos y vértigos, taquicardia, y molestias epigástricas.
Con frecuencia manifiestan el temor a que ellos mismos, o sus seres queridos, puedan contraer una enfermedad o sufrir un accidente, entre diversas obsesiones y presentimientos de carácter negativo. La ansiedad es un trastorno más frecuente en mujeres y está a menudo relacionado con el estrés ambiental de su vida cotidiana. Tiene un curso variable, dependiendo de las características de la persona afectada, pero tiende a ser fluctuante y crónico.
Para que el trastorno de ansiedad sea diagnosticado como tal, el paciente debe presentar síntomas de ansiedad casi todos los días durante varias semanas seguidas. Los signos de ansiedad más indicativos son:
   Aprensión (excesiva preocupación sobre posibles desgracias futuras, sentirse “al límite” de sus fuerzas, dificultad de concentración, etcétera).
   Tensión muscular (agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión, temblores, incapacidad de relajarse).
   Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardias o taquipnea, molestias epigástricas, vértigo, sequedad de boca...).
   Los niños suelen manifestar una necesidad constante de seguridad y atención, y quejarse reiteradamente.
CONSECUENCIAS DE LA ANSIEDAD.
Consecuencias físicas de la ansiedad
Cuando el trastorno de ansiedad no se trata puede producir una serie de consecuencias físicas que a largo plazo pueden poner en grave riesgo la salud. Esos efectos o consecuencias de la ansiedad están muy relacionados con sus propios síntomas. Cuando observamos síntomas como la taquicardia, los mareos o la dificultad para respirar, pueden darnos una pista de hacia dónde se dirigen las consecuencias de la ansiedad.
No queremos ser alarmistas pero existe el riesgo a largo plazo de padecer enfermedades cardiovasculares, neurológicas y pulmonares si el trastorno de ansiedad no recibe el tratamiento adecuado. Por eso insistimos en no tomar la ansiedad como algo inevitable, porque estamos poniendo en peligro nuestra calidad de vida y nuestra salud.
A corto plazo, los efectos de los trastornos de ansiedad pueden ser dolor de cabeza recurrente, mareos y vértigos, problemas gastrointestinales, hipertensión, insomnio, dolores musculares y fatiga crónica, entre otros. Y todas estas consecuencias de la ansiedad podemos evitarlas si buscamos ayuda para tratar la ansiedad.

Tratamiento de la ansiedad

En el tratamiento de la ansiedad se recurre generalmente a la utilización de estos fármacos:
   Benzodiazepinas (ansiolíticos).
   Inhibidores selectivos de la receptación de serotonina (ISRS).
   Antidepresivos tricíclicos e inhibidores selectivos de la monoaminooxidasa (MAO).
No obstante, antes de utilizarlos recuerda que hay que consultar siempre con un especialista:

Tratamiento psicoterapéutico de la ansiedad

Pretende reforzar los mecanismos de defensa, aumentar la fortaleza del yo, y lograr que el paciente utilice los aspectos emocionalmente correctivos de la relación con el terapeuta, para lograr una compresión mejor de la naturaleza, frecuentemente inadecuada, de sus propias relaciones interpersonales.
El tratamiento psicoterapéutico de la ansiedad ha de ser realizado por un profesional capacitado.

Grupos de autoayuda y grupos psicoeducativos

El propósito de los grupos psicoeducativos es ofrecer conocimientos acerca de los psicofármacos, los síntomas premonitorios de nuevas crisis, técnicas de relajación, y métodos para convivir y tolerar mejor el estrés cotidiano.
Por su parte, los grupos de autoayuda constituyen un medio receptivo en el que se ofrece y se recibe solidaridad, y se comparte con otros la experiencia dolorosa y los métodos para sobreponerse emocionalmente al sufrimiento inevitable que la existencia trae consigo. Además, el grupo se convierte en un referente social, y aumenta la red de apoyo que todo ser humano necesita, y en especial las personas con trastorno de ansiedad.


PREVENCION DE LA ANSIEDAD Y EL ESTRES
La ansiedad y el estrés dependen de múltiples factores, tanto situacionales como personales, por lo tanto son muchas las variables sobre las que podemos incidir para conseguir prevenir o reducir la ansiedad y el estrés.

A nivel personal y de manera muy general, si tenemos en cuenta ambos tipos de factores (situaciones e individuos) cabría señalar algunas variables importantes sobre las que podemos incidir:

1. La dieta:
   Conviene comer sano, evitando las comidas que sobrecargan a nuestro organismo con pesadas digestiones u otras consecuencias negativas a corto, medio o largo plazo (obesidad, colesterol, etc.)
   Usar el tiempo de comer como momento de descanso y ruptura con nuestras actividades profesionales
   Es bueno aprovechar la comida para hacer vida social y familiar
   No abusar del alcohol en las comidas

2. Descanso:
   Dormir lo suficiente, en torno a ocho horas
   Tomar vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y descanso
   Fomentar las relaciones sociales como alternativa al trabajo
   Dejar el trabajo en la oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones)

3. Ejercicio físico:
   La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayuda a relajarnos
   Andar todos los días al menos treinta minutos
   Utilizar las actividades de ejercicio físico para airearnos (naturaleza) y airear nuestros pensamientos charlando relajadamente con familiares o amigos

4. Organización:
   La organización del tiempo y de nuestras actividades, estableciendo horarios, es fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos sobresaltos, olvidos importantes, etc.
   No llegar tarde a las citas, contando con los pequeños retrasos habituales para estar a tiempo
   Saber seleccionar actividades cuando no podemos hacer todo

5. Solución de problemas y toma de decisiones:
   No dejar pasar los problemas: afrontarlos de una manera más activa o más pasiva, pero decidiendo qué es lo mejor en cada caso
   Tomar decisiones siguiendo un proceso lógico: planteamiento del problema, análisis de alternativas (pros y contras), elección de la menos mala. No volver atrás
   No analizar continuamente el problema o las alternativas: esto produce ansiedad

6. Interpretación de situaciones y problemas:
   El estrés que nos produce un problema o situación depende de las consecuencias que prevemos, pero a veces exageramos las consecuencias negativas (hipervaloramos la probabilidad de que ocurra algo malo, hacemos un análisis catastrofista de las consecuencias, realizamos una interpretación negativa de una situación ambigua, llevamos a cabo anticipaciones negativas y empezamos a sufrir un problema que no existe, etc.)
   Si estamos nerviosos: entender que es natural, la ansiedad es tan natural como el miedo, la alegría o el enfado, y no preocuparnos aún más porque estamos activados o nerviosos
   Actuar con naturalidad, no evitar los problemas, no estar preocupados por lo que los otros puedan pensar de nosotros o de nuestro problema
   Es bueno saber que los demás no perciben nuestros síntomas de ansiedad con la misma intensidad que nosotros los estamos experimentando
   Es bueno pensar que los demás también tienen ansiedad y que cuando nosotros notamos su ansiedad no les condenamos (¿por qué tenemos que ser más severos con nosotros mismos que con otros?)
   No añadir elementos accesorios al problema

7. Atribuciones y autoestima:
   Si hemos hecho bien una cosa, reconocer nuestra propia autoría y felicitarnos por ello (no ha sido la suerte, sino nuestro esfuerzo y nuestra capacidad)
   Si hemos hecho mal una cosa, no echar balones fuera, reconocer que hemos actuado mal en esta ocasión, analizar nuestros errores y corregirlos, sin culpas, sin pensamientos negativos sobre uno mismo ("esta vez lo he hecho mal, debo corregirlo")
   Es bueno querernos y tratarnos bien

8. Relaciones con los demás (pareja, amigos, compañeros, familia, etc.):
   Reforzar las conductas positivas de las personas de nuestro entorno, con aprobación, halagos, sonrisas, pequeños detalles, etc.
   Corregir las conductas negativas de las personas de nuestro entorno, dándoles la información a tiempo y nuestra desaprobación, pero sin broncas, sin culpas, ni otros castigos
   No sacar continuamente los problemas del pasado, las culpas de los demás (ya los perdonamos)
   Recordar siempre que una pareja en crisis intercambia muchos castigos y pocos refuerzos, justo lo contrario de una pareja sin problemas

9. Entrenamiento específico en técnicas de control de ansiedad y estrés:
   Practicar la relajación con cierta asiduidad en los momentos en los que nos encontramos peor, dedicándonos algún tiempo a nosotros mismos
   Leer algún libro bueno de autoayuda para aprender a pensar bien, eliminando algunos pensamientos erróneos, ideas irracionales, etc., que nos estresan
   Exponerse poco a poco a las situaciones que tenemos pánico
   Aprender a decir no, cuando nos cuesta mucho, pero sabemos que es mejor decir no
   Practicar nuestras mejores habilidades sociales
   Si tenemos dificultades, no sabemos poner en marcha estas actividades que nos pueden ayudar a controlar nuestro estrés, a reducir nuestra ansiedad, ponernos en manos de un buen especialista. Si seguimos sus indicaciones, nos ayudará a recuperar el bienestar y la salud

No hay comentarios:

Publicar un comentario